lunes, 30 de mayo de 2011

Golpe de Estado. Caso Bildu.

La situación estaba llegando a un punto crítico. Que Juan nos dijera lo que teníamos que hacer para que organizarnos mejor era una cosa, pero obligarnos a traerle comida, hacerle un refugio propio e individual, hablarnos de forma bastante poco educada e incluso decirnos que nos mantuviéramos lejos de todo lo que habíamos recogido del barco y él consideraba como suyo, era una cosa bastante distinta. No nos dejaba comer hasta que él no se hubiera hartado de fruta, y cuando lo hacía, se echaba a dormir. Cuando intentamos hablar con él giró la cabeza y se fue por la orilla hasta la otra punta de la isla. Cuando regresó, le estábamos esperando. La dos horas que se ausentó nos reunimos todos los compañeros, afirmando que Juan se estaba pasando de la raya, que esto era insufrible e incluso que habíamos llegado a una dictadura, ya que el jefe no nos escuchaba, hacía lo que le convenía y se tomaba las libertades que quería sin hacer trabajo alguno.

Su rostro fue de sorpresa al vernos plantados ante a sí, y cuando se quiso dar la vuelta, ya estaba rodeado por los demás compañeros. Con gestos de excusa y ojos de terror, comenzó a pedir disculpas, diciendo que el poder se le había subido a la cabeza y  que no teníamos derecho. Al ser bastante menudo, los compañeros más fuertes de la clase lo cogieron sin problema, y lo ataron a un árbol con varias ropas unidas. Decidiríamos lo que ocurriría por la noche, que estaba al caer, pero antes fuimos a recoger fruta para saciar nuestro apetito.

Ya comiendo, mientras decidíamos como manejar la situación del golpe de estado tras la que quedaríamos sin jefe, surgieron varias ideas. El nuevo jefe de la isla se comprometería a escuchar las decisiones del resto de compañeros, ayudaría a las tareas en las que faltara personal o en las que surgieran problemas y se encargaría de llevar la cuenta de los días. Fue así como se estableció la siguiente lista para la convivencia y supervivencia en la lista:

-El jefe debe escuchar al resto de compañeros, y cada noche se celebrará una asamblea, en la que se tratarán los problemas que hayan surgido, y en caso de que no haya ninguno, para estar reunidos y en compañía.
-La organización en grupos para las tareas de: recogida de alimentos, manutención del fuego, atención a los que resultaran heridos, buscar agua y otras tareas que surjan hasta que nos rescaten. Todos los días habrá un grupo que descanse, y se puede ocupar de las tareas que le apetezcan o relajarse.
-Las tareas rotaran, al igual que los grupos, que cambiarán de integrantes según las preferencias.
-La comida no consumida en el día se almacenará para ingerirla el día siguiente y no acabar con el sustento de toda la isla en poco tiempo.
-Los domingos no se realizarán tareas, y se consumirá la comida almacenada o recogida del árbol.
-Se recogería leña seca todos los días para mantener un fuego oscuro y constante para cocinar algunos alimentos y mandar señales a los rescatadores.
-El compañero que no realice sus tareas por no querer será exiliado durante un día, y decidirá él mismo si quiere volver.

Antes de ajusticiar a Juan, debíamos elegir quien sería el nuevo jefe, y llegamos a la conclusión de que todos seriamos opciones acertadas, así que hicimos un sorteo. Dio la casualidad de que salió mi número, y con un poco de pesar, me levanté y pedí la opinión de los compañeros. Como nadie puso objeciones pedí a un compañero que fuera a buscar a Juan, para comenzar el juicio.

Fue una sentencia rápida, ya que estábamos de acuerdo en lo que había que hacer. Cuando le dimos su veredicto asintió y se fue arrastrando los pies y con la cabeza gacha. Supongo que si me dijeran que tendría que estar sola durante tres días como exilio, esa sería mi reacción.

Aquella noche no escuché la radio, pero me perdí muchas importantes noticias como estas:

-El PP ha conseguido la "mayoría absoluta" en las redes sociales, los candidatos del PP están muy por encima del resto en este apartado. Sólo Esperanza Aguirre ha conseguido entre Facebook y Twitter más votos que la suma de los candidatos del resto de la comunidad. Las redes sociales también han emitido el primer debate entre los distintos partidos como el PP, PSOE o IU. Durante una hora los candidatos de estos partidos respondieron a las preguntas formuladas por los ciudadanos a través de Twitter o Facebook.

Noches anteriores, había escuchado mencionar algo sobre el caso Bildu, tema en el que estaba realmente interesada ya que este partido político del que se especulaba que tenía influencia etarra, quería presentarse a las elecciones en el País Vasco, y el dilema de permitir si podrían presentarse estaba en manos de los magistrados. Por eso, a la noche siguiente me arrepentí de no haber podido escuchar la siguiente noticia:

-La sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que permite a Bildu presentarse a las elecciones que aun no se han celebrado pero están causando muchos comentarios, tales como que no forma parte, técnica y constitucionalmente, del Poder Judicial. El TC restablece en su sentencia el derecho a la participación de Bildu. El derecho de Bildu a concurrir  a las elecciones se basa en 13 fundamentos jurídicos. El último dice textualmente: La simple sospecha no puede constituirse en argumento jurídicamente aceptable para excluir a nadie del pleno ejercicio de su derecho fundamental de participación política. Es decir, el derecho a la participación es un derecho fundamental. Lo que ocurre es que al hablar de "sospecha" previamente se han refutado las pruebas del Supremo que convertían tal sospecha en un hecho probado. También los magistrados han alegado que  es posible que en el futuro las sospechas queden confirmadas pero por ahora, no lo están.

La noticia continuaba con los casos favorables al caso Bildu, pero también se quejaba de la poca falta de atención en hechos casi comprobados. Yo pensaba que Bildu tenía derecho a presentarse a las elecciones ya que este es un derecho constitucional, y las decisiones de los Magistrados me parecieron correctas, pero, no sé, teniendo en cuenta que había sospechas, yo habría tomado más en consideración mi decisión, ya que esta podría acarrear consecuencias muy importantes. Por otra parte, hubo otra noticia acerca de un expresidiario que había sido condenado por etarra, y recién salió de la cárcel, estuvo apoyando con pancartas y gritos a Bildu. Sinceramente no sabía que pensar, y además, otras cosas con más prioridad para mí se me pasaban por la cabeza, por ejemplo, cómo diablos íbamos a salir de esa isla.
Tengo que aclarar que aunque esa noche no escuché la radio, supe que estas habían sido las afirmaciones del locutor ya que las noticias de los días siguientes comentarían este tema en repetidas ocasiones.

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